POESÍA COMPLETA DE HÉRIB CAMPOS CERVERA
Por DELFINA ACOSTA
Cuando Hérib Campos Cervera empieza a escribir sus primeros poemas, muy lejos todavía está de su verso la sonoridad perfecta y el amplio espectro de palabras que acompañan a su libro “Ceniza redimida”. Se atisba, eso sí, ya la señal de lo que luego será una auténtica embriaguez verbal. Las notas musicales de su obra se vuelven números; tienen aptitud matemática; hay una melancolía profunda y sangrante en sus versos de poeta desterrado.
Hérib Campos Cervera es un hombre sensible, que hace suyo el dolor de los hombres de su pueblo. Ha conocido al mensú y ha sentido su explotación como si fuera propia.
“Ceniza redimida” contiene poemas de un lapso de cerca de veinte años. La primera edición apareció entre fines de junio y principios de julio de 1950. En una carta a Oscar Ferreiro, fechada en Buenos Aires el 27 de junio de ese año, su autor le dice que apareció el mismo día en que nacía su tercer hijo, Hérib III, o sea el 20 de junio.
Este es un libro de llegada. Un poemario denso, maduro, marcado por un estilo personalísimo y vibrante. Sus poemas contrastan vivamente con las poesías amorosas. El poeta pone pasión entrañable en cada verso, línea tras línea. Pero la entrega de Hérib Campos Cervera es para su causa, que defiende la justicia social y la libertad del hombre.
Junto con Josefina Plá dará nueva vida a la poesía paraguaya.
HABILIDAD Y POESÍA
En la poesía del libro “Ceniza redimida” se encuentra el lector con un poeta que maneja hábilmente la palabra. Esa es la primera impresión. Habilidad y poesía son una misma cosa en la obra de Hérib Campos Cervera. Pero también está el encuentro del verso con el ingenio. O la imaginería, que es por donde respira y vive toda obra poética. Toca altos niveles su poesía para formar una presencia poética como pocas veces se ha dado en nuestro país.
No se debilitan sus versos; antes bien toman fuerza en cada línea. Todo esfuerzo es poco para construir “Ceniza redimida”. Un esplendor fulguroso parece emanar de cada verso, y colocarse, gloriosamente, a los pies del lector. Tal es la impresión general que causa la lectura del libro. Se lidia con las palabras. Se seleccionan los conceptos. Después vendrá la relajación intelectual del autor.
Esfuerzo, voluntad, son términos que pueden usarse para entender mejor la obra de Hérib Campos Cervera, primer poeta modernista del Paraguay. No se llega a un lenguaje como el suyo sin antes haber pasado por el ejercicio permanente de la palabra.
Por su carácter conceptual y su gran sentido humano, “Ceniza redimida” no pierde vigencia. Es tan reciente como ayer, como antes, cuando hacía sus primeras apariciones en las revistas de la época.
EN LA DESNUDA DIMENSIÓN DEL SUEÑO
Para el recuerdo de Juan Sorazábal.
“Como de la hierba matinal, el rocío,
se retira de nosotros lo que es nuestro”
Rainer María Rilke
Ya está. Ya tiene el árbol el deber necesario
de ser mortaja sorda para la cal ya ciega;
la tarde sin gorriones se está yendo en sollozos,
mientras se duerme el lento dolor de los suburbios
sobre la consumida guitarra de su pecho.
¿Dónde estarán sus ojos? ¿Qué pájaros los llevan?
Desde el vertiginoso cristal de su mirada
bajaron a la tierra los ocres de la tarde.
Un duro añil le cubre los párpados de niebla,
y aquel cañón amargo que tuvo entre sus dedos,
hoy es jirón nocturno sobre una luz dormida.
¿Dónde fueron la espada y el clavel y la música
que llevaba consigo con tan precisa urgencia?
¿Cómo hallar otro nardo con más alta fragancia
de amistad camarada, que su frente de fuego?
¡ Oh,sangre encadenada, que al fin, te sublevaste
sin ver que ese latido que se agotó en tu grito
ya no era solamente su razón de existencia,
sino también descanso para la sed ajena:
¿acaso no pudiste calcinar otras venas
que no tuvieron tantos mensajes que entregarnos?
Hoy ya está quieto el pulso que le lloraba imágenes
a su obstinada mano de lidiador de toros:
en la desnuda dimensión del sueño
sólo camina el alba del tiempo que fue suyo.
Y eso es todo. Los labios, ya llevan su ceniza.
Mas, cuando entre nosotros solloce esa palabra
caliente y extranjera que nombra a los amigos:
cuando alguno recuerde que la Noche es de todos
y olvide que la Sangre se va sin despertarnos,
que nadie piense en otro que no sea el Ausente.
En tanto, suban muros de muchedumbre en torno
de aquel su amanecido corazón de bandera.
(En Asunción del Paraguay, junio de 1944)
BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA DEL AUTOR
Nació en Asunción en 1908 y murió en la ciudad de Buenos Aires en 1953. Fue un asiduo lector de literatura y temas filosóficos. Se destacó como poeta y periodista y está considerado como uno de los poetas más importantes que produjo este país. Perteneció a la Generación del 40, donde descolló (al igual que Casaccia en narrativa y Julio Correa en teatro) como uno de los propulsores de la nueva literatura paraguaya. Tras el estallido de la contienda civil de 1947 había salido al exilio a causa de sus ideas progresistas. En varias obras refleja claramente la circunstancia que le tocó vivir lejos de su patria. Fue en Buenos Aires, lugar de millares de exiliados, donde escribió con intensidad hasta que le sorprendió la muerte en aquel fatídico 1953. A pesar de haber dado a conocer apenas dos libros: “Ceniza redimida” (1950) y “El hombre secreto” (publicado póstumamente en 1966), llegó a influir notoriamente en las diversas generaciones de poetas paraguayos.
El poeta Oscar Ferreiro (también exiliado en la Argentina) lo conoció de muy cerca, pues desempeñó con Hérib la labor de topografía. Se estima que “Ceniza redimida” es el primer libro donde aparece Campos Cervera con tonos verdaderamente definidos para arrancar una especie de testamento literario de la realidad. De esa manera se inicia en el Paraguay la poesía de vanguardia, que llega justamente tras el largo peregrinaje por el modernismo y el posmodernismo.
Publicado en fecha: Domingo, 01 de Junio de 2003
Fuente en Internet: www.abc.com.py
HÉRIB CAMPOS CERVERA - UNA VIDA DE POETA
Hérib Campos Cervera nació el 30 de marzo de 1905 y murió en Buenos Aires el 28 de agosto de 1953. Fueron sus padres Hérib Campos Cervera de la Herrería, periodista paraguayo fallecido en Madrid en 1921, y Alicia Díaz Pérez, hermana del polígrafo español Viriato Díaz Pérez, radicado en el Paraguay desde 1906.
La vida y la trayectoria intelectual del autor de CENIZA REDIMIDA son todavía insuficientemente conocidas. Una infancia desdichada, lejos de sus progenitores, parece haber marcado hondamente toda su vida, y en su poesía tal vez se encuentren las huellas de esta primera etapa de su existencia. Su adolescencia y juventud no habrían sido afortunadas. En la época en que publica sus primeros poemas en las revistas ARIEL y JUVENTUD (1923) estudia, como interno, en el Colegio San José, al cual menciona constantemente como «cárcel» en un Diario de ese mismo.
En 1923 se fundó la revista JUVENTUD -Cuyo primer director fue el poeta Heriberto Fernández (1903-1927)-, identificada con toda una generación de poetas y escritores, algunos de ellos malogrados tempranamente. Hérib colaboró en dicha revista y en publicaciones de la misma época como Ideal y Alas, esta última dirigida por José Concepción Ortiz (1900-1972), que fue también el último director de Juventud, en 1926.
Durante la década del 20 y la primera mitad de la del 30 la poesía de Campos Cervera, dispersa en diarios y revistas, se mantiene dentro del ámbito estético de esa generación, que fue, en líneas generales, la del Postmodernismo, período mal conocido y poco valorado en lo que respecta a la poesía paraguaya.
En 1931 Hérib sufrió su primer destierro a causa de su participación en los sucesos del 23 de octubre. Vivió durante algún tiempo en Buenos Aires, donde trabó relación con figuras destacadas de la intelectualidad porteña, como Francisco Romero, Luis Juan Guerrero (quien lo puso en contacto con la filosofía de Heidegger), Amado Alonso (filólogo español que por entonces dirigía el célebre Instituto de Filología de la Universidad de Buenos Aires), Raimundo Lida y otros. Noticias sobre esta etapa de su vida se encuentran en las cartas que escribió a sus amigos José Concepción Ortiz y Vicente Lamas. Después pasó a residir en Montevideo, donde coincidió con otros exiliados paraguayos como Anselmo Jover Peralta (1895 -1970) y Natalicio González (1897-1966), que posteriormente tendrían destacada actuación en regímenes políticos muy diferentes entre sí. Por entonces, ya Campos Cervera se hallaba definido como un «hombre de izquierdas», pero es difícil, por ahora, delinear con precisión su proceso ideológico.
Es posible que en los primeros tiempos haya sido influido por las reivindicaciones sociales del anarquismo, todavía importante en la década del 20 como ideología sindicalista, y por el socialismo marxista en los años de exilio en la Argentina y el Uruguay. Cuando pudo regresar al Paraguay, hacia fines de 1935, siguió militando políticamente desde posiciones de izquierda y, según testimonio de Sinforiano Buzó Gómez, se adhirió en 1936 al movimiento revolucionario del 17 de febrero. Otros afirman que en esos años se afilió al Partido Comunista.
En Montevideo extravía, o se los secuestran, una novela terminada, HOMBRES EN LA SELVA, y el ROMANCERO DEL DESTIERRO, del que se habría salvado de la destrucción únicamente el poema «23 de Octubre». Pero, pese a las penurias del exilio, Campos Cervera tiene la oportunidad de profundizar sus conocimientos literarios y filosóficos y, sobre todo, de abrir su sensibilidad poética a las nuevas corrientes literarias que están renovando, en esos años, la poesía y la prosa en América y Europa. García Lorca, que estuvo en el Río de la Plata en 1933, y a quien Campos Cervera parece haber conocido, le impresiona profundamente. Le dedica, en Ceniza redimida, un poema, «Federico», y algunas composiciones de ese libro dejan ver la huella estilística del Romancero Gitano.
Se comprende, entonces, que con este bagaje cultural, con sus nuevas ideas sobre la literatura y sobre su propia praxis poética, Hérib se haya convertido -junto con Josefina Plá, que regresa de España en 1938- en el centro de un movimiento que tiene como participes, entre otros, a Augusto Roa Bastos, Óscar Ferreiro, Ezequiel González Alsina y Hugo Rodríguez Alcalá, los cuales pasarán a ser conocidos en la historiografía literaria paraguaya como integrantes del «grupo del 40». El cenáculo «Vy'á raity» es el lugar de encuentro de aquellos jóvenes escritores -a quienes se unirá más tarde Elvio Romero- y sus producciones van apareciendo en el diario El País y en revistas como la del ATENEO PARAGUAYO y NOTICIAS.
Entretanto, el poder político ha caído en manos del General Morínigo, que instaura un régimen autoritario simpatizante del nazi-fascismo entre 1940 y 1948. En 1947 estalla la rebelión de un sector del ejército, con el apoyo de los partidos políticos democráticos, que resulta derrotada. Para Campos Cervera será motivo de un nuevo exilio que durará hasta su muerte en Buenos Aires, seis años después.
En este último período de su vida, signado por el destierro definitivo, el autor de CENIZA REDIMIDA prosigue su actividad literaria sin desvincularse de la patria. Se afirma su voz poética y reúne los materiales que considera rescatables para su primer y único libro de poemas, que publica la Editorial Tupa, dirigida por Anselmo Jover Peralta, en 1950.
Posteriormente escribe algunos poemas, recogidos en un breve cuadernillo póstumo titulado HOMBRE SECRETO; un relato, «EL BUSCADOR DE FE»; una novela corta, EL OJO ENTERRADO, que se ignora si llegó a concluir y que se ha extraviado, una pieza teatral, no estrenada hasta hoy y que en este volumen se recoge por primera vez, y, en fin, prepara una historia de las ideas en el Paraguay, probablemente también inconclusa.
Esta vida de gran intensidad existencial e intelectual se apagó el 28 de agosto de 1953. Su muerte privó al Paraguay de una de sus grandes voces poéticas y de una personalidad fundamental en el desarrollo de la cultura moderna en el país.
Humberto Pérez Cáceres, que fue su amigo y compañero en la Redacción del diario DEMOCRACIA, de Buenos Aires, recogió sus últimas palabras para el pueblo a cuya causa se había entregado desde su juventud: «Que nuestros artistas, nuestros escritores, nuestros luchadores de la causa de la libertad -le dice un día antes de su muerte- jamás olviden que toda su batalla debe tener por brújula lo nacional. Nada podrá ser construido con sentido de perennidad si se olvidan las profundas raíces nacionales. El arte, la política, el quehacer cultural, deben beber los zumos mejores de la nacionalidad. El proceso tiene este itinerario de lo nacional a lo universal, no a la inversa. Que no haya arte inútil, que no haya belleza divorciada del pueblo. El pueblo, su servicio, su redención, su felicidad, su justicia, deben constituir los motivos de todo trabajo. Lo nacional, Humberto, nuestro país, nuestros hombres, nuestros campesinos y obreros, nuestras mujeres. Es a ellos, a su elevación, que los artistas deben dedicar todos sus esfuerzos».
OBRA
PRIMERAS PUBLICACIONES
Hérib Campos Cervera publica sus primeros poemas bajo el seudónimo de Alfonso Monteverde en JUVENTUD y ARIEL en 1923. Un año después, lo hace en la segunda de estas publicaciones con su propio nombre.
Previsiblemente, esos primeros textos se hallan marcados por la influencia -todavía preponderante en la poesía paraguaya a principios de la década del 20-, del modernismo rubendariano. Se trata de poemas de contenido sentimental muchas veces, de tono elegíaco en ocasiones, como cuando llora la muerte de algunos amigos. Difícilmente se podrá entrever en ellos la dirección poética que lo llevará a ser una de las figuras principales de la modernidad literaria del Paraguay. No obstante, se advierte ya su voluntad estética y su capacidad de configuración artística.
Esta primera fase durará apenas unos cinco años. Al mismo tiempo que otros poetas de su generación -la generación de la revista JUVENTUD, que fue el más persistente e influyente medio de comunicación literaria en la tercera década del siglo-, como Heriberto Fernández (el fundador y primer director de esa revista), José Concepción Ortiz y Vicente Lamas, su poética se irá acompasando con la de sus coetáneos hispanoamericanos y españoles, más allá del modernismo.
CAMPOS CERVERA Y EL POSTMODERNISMO
El Postmodernismo, período poco estudiado de la poesía paraguaya, tuvo, sin embargo, figuras de gran relieve en Hispanoamérica, y, en el Paraguay, algunos de sus mayores poetas dieron sus mejores frutos dentro de la Poética postmodernista. Tal es el caso de los poetas ya mencionados antes, y, por lo demás, las figuras fundadoras de la «poesía nueva» en nuestro país -Hérib Campos Cervera y Josefina Plá- realizaron parte importante de su obra dentro del marco de este período poético. Curiosamente -pero también comprensiblemente-, al imponerse el cambio hacia la modernidad literaria, el Postmodernismo -en todo el mundo hispánico, y sobre todo en el Paraguay quedó oscurecido por las nuevas tendencias estéticas.
Así, en la historiografía literaria paraguaya suele pasarse del Modernismo al Vanguardismo -concepto que debe revisarse críticamente en nuestro ámbito-, marginalizándose hechos de indudable valía poética.
En lo que se respecta a la poesía de Campos Cervera, cabe señalar que alrededor de 1928 se acentúa en sus versos la tendencia a depurarlos del efectismo retórico que caracterizó al Modernismo en algunos de sus momentos cenitales. Aparecen entonces los temas cotidianos y un tratamiento expresivo de mayor sencillez, más cercano, si se quiere, a las formas coloquiales, como ocurre con el poema «Las rayas de Fraunhofer», con la que se inicia la segunda sección de estas POESÍAS COMPLETAS. La sencillez formal se consolidará en poemas posteriores hasta alcanzar una especie de grado cero en los «Dos poemas de Buenos Aires», en que se impone la temática de lo cotidiano, o en el «Poema a un héroe proletario», de fuerte contenido social y político.
** El Postmodernismo en la poesía de Campos Cervera -como sucede, con otros matices, con la poesía de Josefina Plá- es un precedente valioso de sus versos de madurez, desarrollados ya a partir de otras bases estéticas.
LA «NUEVA POESÍA» DE CARLOS CERVERA
Al promediar la década del 30 Campos Cervera regresa de su primer exilio a su tierra. En Montevideo y en Buenos Aires ha tomado contacto con las nuevas corrientes en el pensamiento y en la literatura. Josefina Plá también regresará de España donde ha leído la poesía de las generaciones del 27 y del 36 y ha visto la tragedia de la guerra civil tres años después. Ambos fundarán la nueva poesía paraguaya, delineando con sus versos y con su prédica teórica una práctica literaria afín a la de los grandes creadores contemporáneos de lengua castellana.
En la poesía de Hérib desaparece todo vestigio del Modernismo y se incorpora en cambio el temple (stimmnung) y losrecursos expresivos de una corriente poética consolidada en las voces de algunos poetas de la generación hispánica (Hispanoamérica y España) del 25 ó 27, entre los cuales se cuentan Vallejo y García Lorca, Neruda y Alberti, y después en la del 36 y la del 40, generaciones estas últimas caracterizadas plenamente ya por rasgos postvanguardistas.
Campos Cervera tardará muchos años en reunir en libro sus poemas de este período. Lo hace al fin al cumplirse el medio siglo, en Ceniza redimida, la única obra organizada por él mismo.
CENIZA REDIMIDA
La primera edición de CENIZA REDIMIDA apareció entre fines de junio y principios de julio de 1950. En una carta a Óscar Ferreiro, fechada en Buenos Aires el 27 de junio de ese año, su autor le dice que apareció el mismo día en que nacía su tercer hijo, Hérib III, o sea el 20 de junio. Sin embargo, el colofón del libro dice que se terminó de imprimir el 5 de julio. Poco menos de un mes después, en una nueva carta a Óscar Ferreiro y a su esposa, Ana Iris, Hérib les dice que el editor aún no le ha entregado ejemplares de su libro. Hecho curioso: según noticias que da el propio Hérib en carta a Óscar Ferreiro, del 27 de junio, el libro había tenido un gran éxito de crítica en LA PRENSA del 21 de mayo y en LA NACIÓN del 11 de junio, es decir, antes de las fechas de aparición dadas por el autor y el editor respectivamente.
Como quiera que fuese, en agosto o setiembre de 1950 el libro debió llegar a Asunción, causando un impacto considerable en el ambiente literario paraguayo. Aunque buena parte de los poemas contenidos en el libro eran ya conocidos por haberse publicado antes en diarios y revistas de Asunción y de Buenos Aires, su reunión en un volumen constituyó un acontecimiento capital en la historia de la poesía paraguaya moderna y la influencia estética del autor se hizo aún más notoria en la formación del gusto poético de esos años.
CENIZA REDIMIDA contiene poemas de un lapso de cerca de veinte años. En la copia de los originales preparada para la imprenta, constan, bajo el título, entre paréntesis, las fechas (1932-1950). En efecto, hemos podido verificar, en un original manuscrito del poema «Símbolo muerto», la datación de 1932. No obstante, cabe conjeturar que en muchos casos los textos fueron reelaborados en el transcurso de los años hasta llegar a la forma definitiva del libro, en el que raramente se hallarán altibajos estilísticos. Con la datación de buena parte de los textos de Campos Cervera en la presente edición de susPoesías completas,se pretende avanzar en la comprensión del proceso estilístico de este autor.
En líneas generales, puede apreciarse que su poesía posterior a 1935 -año en que regresa al país tras su primer exilio- asume paulatinamente algunos de los rasgos característicos de la poesía moderna, en particular los de poetas hispanoamericanos y españoles como Pablo Neruda, César Vallejo, Nicolás Guillén, Federico García Lorca y Rafael Alberti. No obstante, es innegable que una nota peculiar asoma tempranamente en la escritura poética de lo que podríamos llamar su tercer período. Ella procede, posiblemente, de una reflexión crítica sobre la forma postmodernista de su fase anterior a la luz de las nuevas tendencias literarias, así como a la forma interior de su lenguaje, determinada por su particular experiencia del mundo -que, por lo demás, encuentra su correlato teórico en dos manifestaciones diferentes, pero no definitivamente inconciliables, como el materialismo histórico y la filosofía existencial, que marcaron el pensamiento y la praxis literaria y político-social del poeta.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que la poesía castellana moderna, en la época en que se afirma la expresión poética de Campos Cervera -esto es, a fines de la década del 30 y principios de la del 40- entra en un período de asentamiento y moderación en los recursos expresivos, pasado el momento de ruptura con la tradición que caracterizó a los diversos vanguardismos históricos tanto en Europa como en las Américas, particularmente en lo que se refiere a las formas métricas, sin por ello renegarse de las conquistas expresivas y de las aperturas temáticas de la Modernidad. La generación española del 36 -y su antecedente del 27-, la argentina del 40 -con maestros de la generación anterior como Mastronardi y Borges- y la brasileña del 45, son ejemplos de esta tendencia de la poesía moderna que en la historiografía literaria se conoce como Postvanguardismo. Grandes figuras de la primera generación vanguardista iberoamericana, como César Vallejo (el de los Poemas humanos yEspaña, aparta de mi este cáliz),Pablo Neruda (a partir del Canto General),Manuel Bandeira y el más joven Carlos Drummond de Andrade, acompañan este proceso con obras capitales en ese período.
Sin duda, es en este ámbito poético donde se comprenden mejor las características métricas de algunos poemas de Campos Cervera, en que el verso alejandrino se plasma con hondas resonancias, y el octosílabo y el hexasílabo convocan la gracia antigua y a la vez moderna del verso castellano de arte menor. Incluso en los poemas de versos libres se halla presente un sentido del ritmo que se afirma plenamente en estructuras poéticas de notable rigor formal y fuerte carga significativa.
HOMBRE SECRETO
Entre la publicación de CENIZA REDIMIDA y la muerte del poeta median apenas tres años. En ese lapso escribió cinco poemas, de los cuales cuatro fueron reunidos en la sexta entrega de los CUADERNOS DEL COLIBRÍ, en 1966.
En este opúsculo poético reaparecen, afirmados, los motivos capitales de su poesía: la existencia agónica, la reivindicación social-projimista y la esperanza revolucionaria. La expresión poética, salvo alguna reminiscencia lorquiana en uno de los poemas («Responso») define una voz cada vez más personal, entrañable y grave.
** La muerte (su propia muerte) interrumpió el canto y la vida del poeta unos meses después de cumplir los cuarenta y ocho años. Ese mismo año de 1953, ante el fallecimiento de Paul Eluard, escribió su hermosísimo poema «Tu nombre sobre el muro». En él se encuentran unas palabras finales que podrían referirse también al gran poeta paraguayo: «Ese pastor nocturno de la libertad/ era la dignidad del hombre...»
UNA SÍNTESIS POÉTICA
Acaso un poema como «Un puñado de tierra» -el primero de CENIZA REDIMIDA pero probablemente uno de los últimos que escribió para ese libro-, pueda ser considerado como una síntesis de los entrañables universos significativos de su poesía. Allí están expresados, en efecto, el hombre agonista y el desterrado solidario con el pueblo largamente oprimido de la patria, el paisaje desolado de una tierra ensangrentada por enfrentamientos fratricidas incitados por intereses extraños a la colectividad, así como los laberintos incandescentes de un espíritu en perpetua vigilia, radical y definitivamente opuesto a la injusticia y el despotismo.
PROSA DE POETA
A lo largo de su práctica literaria, signada por la poesía, Campos Cervera escribió también artículos, ensayos y prosas de contenido descriptivo y aliento poético, así como una obra de teatro que no ha conocido la escenificación, JUAN HACHERO.
Si bien hoy lo que se sigue imponiendo es su poesía, la prosa -casi siempre destinada a la hoja periodística- merece ser rescatada del olvido. En este volumen se recogen algunos de esos textos, valiosos como suelen ser las prosas de poeta y que muestran un aspecto desconocido de su personalidad literaria.
(Fuente: HÉRIB CAMPOS CERVERA – POESÍAS COMPLETAS Y OTROS TEXTOS. Edición, introducción, bibliografía y hemerografía: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ, Editorial El Lector, Asunción - Paraguay 1999.
HERIB CAMPOS CERVERA : Nació en Asunción en 1905; fueron sus padres Herib Campos Cervera, poeta también, y Alcira Díaz Pérez, españoles, ésta, hermana del erudito español Viriato Díaz Pérez. Fue interno del Colegio de San José, una etapa que marcó hondamente, casi diríamos traumatizó su existencia. Además de su afición por las matemáticas y la filosofía, hizo crítica literaria, y esencialmente poesía. Fue el líder del movimiento vanguardista de la poemática paraguaya; el crítico brasileño Walter Wey dijo de él, que colocó a la literatura paraguaya en el ritmo universal".
En la introducción de la reciente reedición del poemario CENIZA REDIMIDA, el poeta y crítico Miguel Ángel Fernández escribió, entre otros conceptos: "... En 1931 Herib sufrió su primer destierro a causa de su participación en los sucesos del 23 de octubre. Vivió durante algún tiempo en Buenos Aires... Después pasó a residir en Montevideo, donde coincidió con otros exiliados paraguayos como Anselmo Jover Peralta (1895- 1970) y Natalicio González (1897- 1966) que posteriormente tendrían destacada actuación en regímenes políticos muy diferentes... En Montevideo extravía, o se lo secuestraron, una novela terminada, HOMBRES EN LA SELVA, y el ROMANCERO DEL DESTIERRO, del que se habría salvado de la destrucción únicamente el poema 23 de Octubre. Pero pese a las penurias del exilio, Campos Cervera tiene oportunidad de profundizar sus conocimientos literarios y filosóficos, y sobre todo, de abrir su sensibilidad poética a las nuevas corrientes literarias que están renovando la poesía y la prosa en Europa y América. García Lorca, que estuvo en el Río de la plata en 1933, y a quien parece haber conocido en Montevideo, lo impresiona profundamente. Le dedicará en CENIZA REDIMIDA un poema, Federico, y algunas de las composiciones de este libro dejaran ver la huella estilística del ROMANCERO GITANO...
... Se comprende entonces, que con este bagaje cultural, con sus nuevas ideas sobre la literatura y su propia praxis poética, Herib se convierta -junto con Josefina Plá que regresa de España en 1938 - en el centro de un movimiento que tiene como protagonistas entre otros, a A. Roa Bastos, Oscar Ferreiro, E. González Alsina, H. Rodríguez Alcalá, los cuales pasarán a ser conocidos en la historiografía literaria paraguaya como integrantes del GRUPO DEL 40. . . "
Periódicos y revistas recogieron su vasta producción, y el poemario CENIZA REDIMIDA contiene aquellas poesías, seleccionadas por él mismo. H. Campos Cervera falleció en Buenos Aires en 1953. Casado con Tita de los Ríos de quien se separó, sus hijos los tuvo con María Carmen Palermo.
Fuente: BREVE HISTORIA DE GRANDES HOMBRES. Obra de LUIS G. BENÍTEZ. Ilustraciones de LUIS MENDOZA, RAÚL BECKELMANN, MIRIAM LEZCANO, SATURNINO SOTELO, PEDRO ARMOA. Industrial Gráfica Comuneros, Asunción – Paraguay. 1986 (390 páginas)
CAMPOS CERVERA, HÉRIB : Ciudad de Asunción, 1905 - Buenos Aires, 1953. Poeta y periodista. Considerado el poeta más importante de la «generación del 40», Campos Cervera es también uno de los padres -junto a Gabriel Casaccia en narrativa y a Julio Correa en teatro- de la literatura paraguaya contemporánea.-
Obligado a dejar su país por circunstancias políticas en 1947, varios de sus poemas reflejan la nostalgia por su tierra natal y el dolor implícito en su condición de exiliado en Buenos Aires, donde residió hasta su inesperada muerte en 1953. Aunque sólo tiene dos libros de poesía, “Ceniza redimida” (1950) y “Hombre secreto” (publicado póstumamente en 1966), su influencia ha sido decisiva en la literatura paraguaya en general, y profunda en la obra de dos conocidos escritores contemporáneos: Elvio Romero y Augusto Roa Bastos.-
(Fuente: "BREVE DICCIONARIO DE LA LITERATURA PARAGUAYA"/ 2da. Edición – Autora: TERESA MENDEZ-FAITH , Editorial EL LECTOR, Asunción-Paraguay 1998).-
CAMPOS CERVERA, HÉRIB : … Las luchas fratricidas nacionales e internacionales del contexto del tiempo en que ha vivido, le lastiman hondamente y definen las líneas estéticas de su poesía. … Su temprana orfandad y acaeceres ingratos de su vida dejaron en su alma sensible una filosofía pesimista, casi agónica, reflejada en sus obras. … Su poesía es “El paradigma magnífico de lo que el hombre debe ser”, respuesta fiel al llamado de una vocación que es servicio, solidaridad, búsqueda de la verdad; anhelo de libertad, lucha contra las injusticias sociales, escalas por donde el hombre de bien transita hacia la dimensión de lo eterno. ….-
TESTIMONIO: Poseía sentido nacional, por lo que le molestaba “el nacionalismo de labios para afuera”; su recomendación postrera tiene esa orientación: “El arte, la política, el quehacer cultural, deben beber los zumos mejores de la nacionalidad. El proceso debe tener este itinerario: de lo nacional a lo universal y no a la inversa. Que no haya arte inútil, que no haya belleza divorciada del pueblo”. Lejos había quedado el entusiasta internacionalista de la adolescencia. El poeta maduro era consciente del camino que se debía recorrer.-
** Están transcriptos en POESÍAS DE PARAGUAY los siguientes trabajos: “Romance para mi gaviota ciega”; “Versos para la novia recobrada”; “Rancho orejano”; “Sembrador”; “Las rayas de Fraunhofer”; “Estrella demorada”; “Así …”; “Simple ruego por el ausente esperado”; “Hachero”; “Alta noche”; y “Un puñado de tierra”.-
(Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES . Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL/ Tel. (595-21) 373.594/ e-mail: arami@rieder.net.py– Asunción/ Paraguay).-
CAMPOS CERVERA, HÉRIB : (…) En Montevideo se le extravían los originales de una novela y conoce a García Lorca, quien visita el Uruguay. El poeta español le deja una fuerte impresión y le inspira un poema incluido en el poemario “Ceniza redimida”. Integra el grupo Vy´a Raity, junto a Hugo Rodríguez Alcalá, Ezequiel González Alsina, Augusto Roa Bastos, Oscar Ferreiro y Josefina Plá.-
En 1947 se desata la revolución que produjo un nuevo y profundo desangramiento en el país. El poeta es enviado esta vez a un exilio que durará hasta su muerte. En 1950 publica su único libro, “Ceniza redimida”, con la Editorial Tupa. Fallece finalmente en Buenos Aires el 28 de agosto de 1953.-
Están trascriptas en el libro sus siguientes obras: “Un puñado de tierra”; “Regresarán un día…” (Por los caídos por la libertad de mi pueblo y para los que viven para servirla, esta constancia); “Capitán de esta aurora” (Para Augusto Roa Bastos, voz de presente en esta hora ciega del mundo); “Cerca del ocaso”; y “Pequeña letanía en voz baja”.-
(páginas 105 al 122 del libro "25 NOMBRES CAPITALES DE LA LITERATURA PARAGUAYA" - Compilación y selección: SUSY DELGADO - Editorial Servilibro, Asunción, 2005 ).-
Enlace recomendado: HÉRIB CAMPOS CERVERA, VIDA Y OBRAS/ Fuente: DICCIONARIO DE LA LITERATURA PARAGUAYA (I PARTE) de FRANCISCO PÉREZ-MARICEVICH. Biblioteca Colorados Contemporáneos ( 7 ). Editor: Instituto Colorado de Cultura, Director: Dr. H. Sánchez Quell, Asunción-Paraguay, 1983 (293 páginas).